sábado, 13 de febrero de 2010

Desinfección de verduras


Evite riesgo de toxiinfecciones alimentarias transmitidas por agentes infecciosos presentes en las verduras realizando una desinfección correcta de las verduras que se consuman en crudo.

1- Prelavado:
lave las hortalizas de manera minuciosa con el fin de eliminar restos de tierra, insectos y residuos químicos.
2- En agua limpia, añada 2-3 gotas (*) de "lejía apta para uso alimentario" por litro de agua.
3- Sumerja las verduras durante 15 minutos.
4- Enjuague con abundante agua limpia.
5- Secar o centrifugar.
(*) Debe conseguirse una concentración de cloro de 70 - 100 mg/l.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Descongelar alimentos de forma segura


Sacar los alimentos al frigorífico con el tiempo suficiente para conseguir una total descongelación.

* Es un proceso lento pero el frigorífico asegura una temperatura fuera de la zona de peligro (igual o inferior a 4ºC).

** El tiempo de descongelación en frigorífico oscila entre las 6 horas, para porciones de alimentos, y las 24 horas, para los productos de gran tamaño.

Retirar el alimento del envase y colocarlo sobre una rejilla de descongelación.

* Es preciso evitar el contacto del alimento con la sangre y líquido de descongelación con el fin de reducir la proliferación bacteriana.

Nunca descongelar los alimentos en agua.

* El agua favorece la proliferación bacteriana y la pérdida de calidad del producto.

El microondas es el método más rápido de descongelación.

* Está indicado para descongelar platos preparados.

** Una vez descongelado el producto en el microondas, debe continuarse con el proceso de cocción de forma inmediata.

El producto estará descongelado totalmente cuando en su interior presente 0ºC o más.

* El producto nunca debe superar los 10ºC durante el proceso de descongelación.

Una vez descongelado el producto, debe consumirse en menos de 48 horas.

* El producto descongelado debe conservarse en el frigorífico hasta su consumo.

Congelar alimentos de forma segura



- Elegir alimentos frescos y de calidad.
* Las bacterias patógenas no mueren con la congelación, solo se inactivan.

- Nunca volver a congelar alimentos.
* La recongelación se traduce en una pérdida de calidad del producto.

- Si se quiere congelar un alimento preparado, primero esperar a que se enfríe completamente.
* Enfriar directamente en el congelador provoca un aumento de temperatura en el interior del congelador, lo que puede traducirse en una rotura de la cadena de frío.

- Congelar en porciones pequeñas ya que acelera la congelación.
* Una congelación rápida detiene antes el crecimiento bacteriano y consigue alargar la vida útil del producto.

- Etiquetar los productos con la fecha de congelación.
* De esta manera se garantiza una correcta rotación de los productos y su consumo dentro del periodo de vida útil.


miércoles, 6 de enero de 2010

REGLAS DE ORO DE LA OMS

LAS 10 "REGLAS DE ORO" DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD (OMS) PARA LA PREPARACIÓN HIGIÉNICA DE LOS ALIMENTOS




1. Elegir los alimentos tratados con fines higiénicos

Algunos alimentos sólo son seguros cuando están tratados. Así, conviene siempre adquirir la leche pasteurizada en vez de cruda, ovoproductos, etc.

Algunos de los que se comen crudos, como frutas y verduras, deben lavarse y desinfectarse cuidadosamente.


2. Cocinar bien los alimentos

Muchos alimentos crudos (aves, leche no pasteurizada) están a menudo contaminados por agentes patógenos. Estos pueden eliminarse si se cocina bien el alimento.

La temperatura de cocinado debe llegar al menos a 70º C en el interior del producto.

Los alimentos congelados (carne, pescado y pollo) deben descongelarse completamente antes de cocinarlos.


3. Consumir inmediatamente los alimentos cocinados


Cuando los alimentos cocinados son enfriados a la temperatura ambiente, los microorganismos empiezan a proliferar. Para no correr riesgos, conviene comer los alimentos inmediatamente después de cocinados, en un tiempo no superior a las 2 horas.


4. Guardar cuidadosamente los alimentos cocinados

Si se quiere tener en reserva los alimentos cocinados, hay que prever su almacenamiento en condiciones de calor (a 65ºC o más) o de frío (a 4º C o menos).

Esta regla es vital si se pretende guardar comida. Se recomienda no almacenar alimentos en caliente más de 2 horas, ni en frío más de 3 días.


5. Recalentar bien los alimentos cocinados

Un buen recalentamiento implica que todas las partes del alimento alcancen al menos una temperatura de 70º C.


6. Evitar contacto entre alimentos crudos y cocinados

Un alimento bien cocinado puede contaminarse si tiene el más mínimo contacto con alimentos crudos.

Esta contaminación cruzada puede ser directa, como por ejemplo sucede cuando la carne cruda de pollo entra en contacto con alimentos cocinados. Pero también puede ser más sutil, de forma indirecta, a través de un vehículo de transmisión, como las manos, cuchillos, utensilios, tablas de corte, trapos, superficies de trabajo, manetas, etc.


7. Lavarse las manos a menudo

Hay que lavarse bien las manos antes de empezar a preparar los alimentos y después de cualquier interrupción (en particular si se hace para ir al baño, fumar, estornudar, etc.).

Si se ha estado preparando ciertos alimentos crudos, tales como pescado, carne o pollo, habrá que lavarse de nuevo antes de manipular otros productos alimenticios.

En caso de infección o herida de las manos, habrá que recubrirlas antes de entrar en contacto con alimentos.


8. Limpieza y desinfección de la cocina

Conviene mantener perfectamente limpias todas las superficies utilizadas para la preparación de alimentos, y seguir un Plan de Limpieza.

No hay que olvidar que cualquier resto orgánico puede ser un reservorio de gérmenes y por tanto un foco de contaminación.

Los paños que entren en contacto con platos o utensilios se deben cambiar cada día y hervir (esterilizar) antes de volver a usarlos.


9. Alimentos fuera del alcance de animales

Los animales suelen transportar microorganismos patógenos que originan enfermedades alimentarias.

No hay que olvidar que ciertos animales de compañía (perros, gatos, pájaros, tortugas) albergan a menudo agentes patógenos peligrosos que pueden pasar a las manos de las personas y de éstas a los alimentos.


10. Utilizar agua potable

El agua potable es tan importante para preparar los alimentos como para lavarlos o limpiar las superficies de trabajo.

Utilice siempre agua procedente de un suministro hidráulico autorizado. De no ser así, habrá que desinfectar el agua antes de su utilización.


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